Los mundos de Flipe

viernes, noviembre 25, 2005

Mi Vecina me quiere matar.



Y porque lo prometido es deuda, ahí va la historia del hacha:

Martes, día 22 de Noviembre de 2005, 23:30, Antonio (mi compañero de piso consolero) y yo jugamos al Tekken 4 (un juego de la play) mientras Juanje (mi compañero de piso reflexivo) nos comenta que se va a dormir, el pobre tiene el sueño tan flojo que se despierta con el simple sonido de una mosca hablándole a otra de lo rico que estaba el zurullo en el que estuvo por la tarde, así que nos pide que bajemos el volumen de la tele "una mihilla" ("un poquito", en malagueño). Una hora más tarde, Antonio decide abandonarme para dormir plácidamente en su habitación con vistas a la cocina -sí, sí, la ventana de su habitación da a la cocina- así que yo, en mi soledad, dedidí tocar un ratito el piano antes de irme a soñar con las angelitas. Nooooo, ya sé lo que estais pensaaaaando, los tiros no van por ahí; estoy loquito, pero no tanto como para tocar un piano de los "de madera" más tarde de las doce. Mi piano es eléctrico, se le pueden conectar auriculares y, de hecho, esa misma tarde me había comprado unos, explícitamente, para poder tocar el piano por la noche. Entonces, con Juanje y Antonio en sus respectivas camas, conecté mis "brand new headphones" al piano y me puse a tocar sin miedo a despertar a nadie.

Y estaba yo tocando, más feliz que una lombriz al observar mi gran mejoría -en 40 minutos- interpretando el estudio nº12 de Chopin, cuando me parece oir gritos en el piso de abajo. Me quité los auriculares para ver si los vecinos estaban discutiendo sobre fútbol o política, pero al darme cuenta de que sólo era una voz la que gritaba ya cai en que no se trataba de una discusión. Era la vecina de abajo, cuya salud mental nunca tuve muy clara, gritando como una loca frases que contenían palabras malsonantes del estilo de "maricones", "putas", "malnacidos", etc. La tía siguió ahí a berrido limpio y, como a mí los gritos descontrolados en el silencio de la noche no me acaban de dar buen rollo, me metí silenciosamente en la cama con la esperanza de que amainase el temporal.

No sabía por qué gritaba la vecina, pero barajé la posibilidad de que fuese una descendiente de Superman y de que, con su superoído, fuese capaz de oir a través de las paredes el sonido de los auriculares. Juanje no se había despertado -pensé- así que no cabía la posibilidad de que estuviese haciendo ruído con el piano porque Juanje me lo habría dicho a los 5 minutos, es el mejor medidor de decibelios que existe. Por qué gritaría entonces la vecina? Bueno, vamos a darle tiempo a ver si se calla. Un minuto... dos minutos... eh! parece que se ha callado! Perfecto, se habrá calmado! A dormir!

Estaba empezando a coger sueño cuando viene Juanje, que ya se había despertado con el primer grito, diciéndome que la vecina está desbarrando por el patio de luces. Yo le conté que antes había estado berreando debajo de mi habitación con todo tipo de insultos, pero que no sabía muy bien por qué, le hablé también de la posibilidad de que fuese una descendiente de Superman. Juanje y yo nos acercamos a su habitación -que da al patio de luces- para intentar descifrar el misterio, será nuestra vecina la poseedora de un flamante superoido y estará molesta con sus vecinos de arriba? Al momento oímos frases tal que así: "como suba os vais a enterar, hijos de puta!", "el gallego de mierda ese!", "maricones, hijos de puta!" y muchas cosas peores que no diré porque mis oídos puros y virginales todavía están demasiado resentidos por todo lo que tuvieron que oir.

Ya no había duda, la vecina estaba cabreada con sus vecinos de arriba, nosotros. Y lo que estaba claro también era que la mujer no estaba en sus cabales como para poder hablar con ella. Recordando una vez más la expresión "esperar a que amaine el temporal", le dije a Juanje que lo mejor sería que nos metiésemos en cama a ver si se relajaba la mujer. Pasa un minuto. Dos minutos. Empezaban a entrar los nervios y la mujer no se callaba. 7 minutos. No se calla. Juanje vuelve a venir a mi habitación, él también empieza a estar nervioso pero todavía bromeamos sobre lo que pasa y nos reímos. Hacemos las típicas bromas que se hacen en situaciones no típicas. Y los nervios vuelven a aparecer cuando la respuesta a la pregunta "oye, tío, tú crees que subirá?" viene dada en forma de golpes en la puerta.

La vecina se pone a aporrear la puerta como lo que es, una loca, mientras grita "maricones, salid si hay huevos". Me sorprendió lo juvenil de la expresión utilizada por la señora, pero no dejé de acojonarme cuando los golpes eran cada vez más fuertes en la puerta y la vieja gritaba "os voy a tirar la puerta abajo y la vais a pagar vosotros!". Para mi sistema nervioso fue una alegría cuando, al rato, la vieja dejó de golpear y cesaron los gritos. Habría amainado el temporal? Entonces Juanje y yo nos acordamos de Antonio, seguirá durmiendo? Pues más o menos sí. Juanje va a la habitación con vistas a la cocina y ésta es la conversación:

- Antonio, Antonio, no oiste nada? La vecina quiere tirar la puerta abajo!
- Qué?
- Pero no oiste los golpes y los gritos?
- Joder, tío, qué paranoia, yo passssso.

El cabrón del Antonio no se había enterado de la mitad y dormía como un rey. Juanje y yo nos habíamos relajado y ya parecía que había pasado todo así que nos podíamos ir a dormir. Pero entonces la vieja volvió a gritar, se abrió la puerta de su casa, se oyeron pasos en la escalera y los golpes volvieron a empezar. Juanje y yo nos acercamos a la puerta como en una película medieval cuando dentro del castillo se preparan para el ataque enemigo. Nos quedamos detrás de la puerta sin llegar a tocarla, pero casi tocándola por si había que hacer fuerza para que no entrase. La situación era acojonante. Y ahora viene lo mejor. Paran los golpes, se oyen pasos que suben la escalera, se oye una voz masculina: "tranquila, mamá, que ahora les arranco la cabeza" y volvieron a golpear la puerta, pero esta vez la puerta se movía y los golpes eran muchísimo, pero que muchísimo más fuertes. La vieja seguía gritando "salid si hay huevos".

Felipe, llama a la policía -dijo Juanje. Y según lo estaba diciendo yo ya estaba llamando. Conversación con la polícia:

- Por favor, venid rápido, por favor, que tenemos unos vecinos que se están poniendo muy violentos.
- Pero eso dónde es?
- Mira, que nos tiran la puerta abajo. La dirección es C/Conde de Toreno nº 5 4ºB. Está al lado de La Roca.
- Cómo? Conde de Torrezno?
- No, coño, de Toreno!

Siguen golpeando la puerta, Antonio sigue durmiendo y ya son casi las dos de la mañana! Pasa un ratito y parece que paran los golpes. La policía no viene. Juanje y yo nos ponemos en el balcón a mirar a ver si aparece. Se vuelven a oir gritos desde el piso de abajo. No hay golpes, pero hay gritos. Pasan 10 minutos. La policía no viene, se siguen oyendo gritos, Juanje y yo seguimos en el balcón, la idea era: "si tiran la puerta abajo, nosotros nos tiramos de aquí pabajo". Ya son casi las 2 y cuarto y por fin aparece la policía.

Según se acercan al telefonillo les digo que los locos son los del 2ºA; la policía sube para hablar con ellos. Pasan unos 20 minutos en los que Juanje y yo tratamos de oir lo que hablan, Juanje -estudiante de enfermería y residente en Málaga- se va a la habitación, trae el fonendoscopio (eso que tienen los médicos siempre colgado al cuello), lo pegamos a la pared, a la puerta y al suelo, pero no conseguimos seguir la conversación. Al rato nos timbran en la puerta, pregunto varias veces "quién es" y me aseguro de que es la policía. Los agentes venían con cara así medio de coña cuando, al encender la luz del pasillo, los tíos miran la puerta y cambian su expresión.

La puerta estaba llena de hachazos! Le hice una foto que pronto subiré, pero ahora mismo no puedo porque el cable USB para conectar la cámara a un ordenador me lo dejé en el piso, lugar en el que no quiero entrar. Estaba llena de brechas profundas y algunas de ellas eran largas de cojones, vamos, que dejaron la puerta hecha una mierda, pero no quiero pensar en como nos dejarían a Juanje y a mí si llegamos a abrir la puerta en ese momento.

El caso, los policías entraron en casa, nos dijeron que pensaban que se trataba de la típica pelea entre vecinos pero que, en verdad, la cosa era grave. Me preguntaron que qué estábamos haciendo cuando se cabrearon los de abajo y les dijimos que todos dormíamos menos yo que estaba tocando el piano así. Y les hice una demostración de lo bien que me salía el estudio de chopin con auriculaes. La respuesta del policía fue: "a menos que esa mujer sea la superabuela, esto no supera ni un cuarto de decibelio". Le contamos a la policía lo sucedido, lo del hijo de la vecina, lo de los golpes y eso... Nos dijeron, con cara de circunstancias, que la cosa era grave, que lo suyo sería denunciar por si pasaba algo más y que... lo mejor sería que buscásemos otro piso, que un hacha es un hacha.

La policía se va, nos dice que no nos preocupemos por esa noche porque iban a estar por allí y que se lo iban a decir a la señora para que no volviese a llamar a su hijo "hachaman". Eran ya cerca de las cuatro, Antonio se levanta y nos dice que entre sueño y sueño abrió un ojo y vio a la policía en el piso, nos pregunta por lo que había pasado y nosotros se lo contamos. Estuvimos mucho tiempo hablando, decidimos salir del piso todos a la vez a las 7 y media, es decir, 3 horas más tarde. Antonio se fue otra vez a dormir y los demás nos pusimos a hacer las maletas.

A la mañana, asomamos la cabeza para echar un vistazo a las escaleras, llamamos el ascensor y nos metimos en el piso otra vez. Cuando llegó el ascensor, cerramos la puerta con vueltas de llave y nos metimos en en el típico otis requeteviejo. Como llevábamos unas maletas y un par de mochilas, no entrábamos bien, nos metimos a presión, marcamos en el botón de la planta baja y, al cerrarse, las puertas se atascaron con una mochila. Ni se cerraban del todo ni se podían abrir porque no había el típico botón que tienen los ascensores para abrir las puertas. Entonces Antonio, en un alarde de valentía, abrió la puerta a mano, salió y, tras decir "aquí no cabemos los tres", bajó las escaleras corriendo; al bajar tendría que pasar por delante de la puerta de la vecina! Qué acojone! Y si sale el hijo con el hacha en plan peli de terror? Juanje y yo bajamos en el ascensor y esperábamos encontrarnos cualquier cosa al salir a la planta baja, desde la limpiadora degollada en el portal hasta Antonio con un hacha clavada en la cabeza gritando "socorro".

Como no pasó nada, nos subimos todos al coche y nos fuimos cada uno a ocuparnos de nuestras obligaciones, Antonio al hospital, Juanje a la facultad, yo al instituto... Pasé una mañana muy divertida porque la historia fue el tema de conversación en el instituto: "Hachaman". Los nenes de 1º de ESO se pasaron el día haciendo como que se perseguían con un hacha. Los chavales de Bachillerato me decían "joder, tío, eres un hacha, eh?". Una mañana divertida.

A la tarde, ya más relajados y sin parar de hacer coñas sobre el tema nos fuimos los tres a la policía a denunciar el caso. La comisaría que nos correspondía era la de "La Palmilla", el nombre ya suena a lo que es: una barriada chunga. Y tanto lo era que cuando nos bajamos del coche lo primero que vemos es un tío medio inconsciente tirado en la acera, tenía una pinta... Entramos en el edificio policial y, mientras esperábamos a que nos tocase, se formó un corrillo alrededor del tío tirado de la acera, "Málaga is different!" -pensé- y al rato me llamaron para que les contase la historia y hacer la denuncia. El policía -que era de Granada- me dijo que nunca había visto todo lo que vio aquí y que ya hacía tiempo que le tenían ganas al tío ese. Al parecer es un vigilante del Carrefour y ya ha habido más problemas con él, una vez le dio una paliza a un tío y lo dejó muy grave, el policía también me dijo que había más cosas, pero no me las podía decir. Pero el caso es que no debía tener antecedentes porque si no, no podría ser guardia de seguridad. Sin más, el poli me dice que no me preocupe y que me piense bien lo de irme del piso.

Salimos de la comisaria y, al estar ya más tranquilos, nos acercamos al piso a coger unas cosas. Ahora viene lo peor. Según salimos del portal Juanje y yo, nos quedamos un momento a esperar por Elena, la maravillosa persona que me acoge en su piso mientras soy un "sin techo". Y en ese momento, según llega Elena, aparece el hijo de la vecina, el tío alto, gordo, medio calvo y con perilla al que ahora llamamos "hachaman". Me mira, Juanje, Elena y yo lo miramos con cara de miedo y entonces ésta es la conversación:

- Eh, eres tú el del tercero?
- Sí.
- Mira, ayer mi madre se cayó por las escaleras, le he dado 4 hachazos a tu puerta y los próximos van a ir a tu cabeza. Me acaban de despedir. Y ha sido por tu culpa.
- No creo, no? (no sé ni por qué dije eso)
- Tómatelo como una amenaza. Si es que...

Tras esta conversación, se subió a su Megane Coupé lleno de bollos y se fue con el típico acelerón de macarra. Y así me quedé, acojonado en el momento. Me fui a dormir y a las 6 de la mañana me llaman de la policía porque va a haber un juicio rápido, que han detenido al tío y que a las 10 tengo que estar en los juzgados. Allí estuve, me tuvieron esperando hasta las 12 y media, me dio tiempo a hacer muchos "Sudokus" mientras esperaba y además me encontré con un chaval del instituto que había sido denunciado por otro alumno por darle una colleja. No es broma. La pena del juez fue un toque de queda de fin de semana durante un mes. Os juro que esto es cierto. Me quedé igual de sorprendido que vosotros. Denunciado por una colleja! El caso, que estaba ya hasta lo cojones de esperar cuando me llaman y me dicen, firma aquí, al final el juicio es el 1 de Diciembre porque la puerta no cuesta más de 400 euros, el tío está libre. Toma ya! Y con hacha! Pero bueno, el caso es que si nos piramos del piso supongo que el tío se dará por satisfecho, se le pasará la manía persecutoria y se olvidará de nosotros. Pero todavía ahora, cada vez que pisamos el suelo de un piso cualquiera, nos salta una chispa de miedo por quien pueda vivir abajo. Estamos buscando vivienda por Málaga y en cada una que vemos, preguntamos siempre por la salud mental de los vecinos de abajo.

Éstos son los hechos, ésta es la historia del hacha. En principio no parece positiva, pero como siempre, aquí estoy yo para enseñaros lo bueno de la vida. Ya hablamos de todo con la casera y nos dijo que no había problema por irnos del piso, que nos devolvía la fianza y todo a pesar de que el contrato era hasta Junio, con lo cual: Ahora vamos a poder buscar un piso mucho mejor sin perder la fianza ni nada! Yuhuuuuuuuu! Antonio ya no tendrá nunca más una habitación con vistas a la cocina! Yuhuuuuu! Y que sepáis, para los que tengáis pensado venir de visita, que le hemos echado el ojo a un Dúplex-Ático con una terraza de 80 metros cuadrados al lado de mi instituto. Menuda mejora, no?


Bueno, por último deciros que, aunque esta historia al final ha sido buena, todo esto me hace pensar lo siguiente: Una cartera, una bicicleta, un móvil, un radio-cd, un atraco y ahora... me intentan matar. Sólo llevo 2 meses aquí. Me quedan 7. Sobreviviré?

P.D.: En el próximo post, si sigo vivo, os informaré de donde acabo viviendo, sabe Dios! Esperaros cualquier cosa! Besos a todos! Os quieroooooooo!


miércoles, noviembre 23, 2005

La Nueva Generación



Para los que ya estáis hartos de oir hablar mal de la nueva generación -que no tienen valores ni iniciativa, que son unos vagos, etc- tengo una demostración de que todavía nace gente con inquietudes mentales. Se trata de uno de los cortos dirigidos y protagonizados por Pablo (Chepper, el de la foto, www.chepper.net), un alumno de 1º de Bachillerato. Para entender lo meritorio de este corto tenéis que pensar que todos los efectos especiales se los curró el chaval, y la mayoría se los tuvo que currar fotograma a fotograma. Y para los que no sepan demasiado de esto, que sepáis que este vídeo tiene 24 fotogramas por segundo. Aquí lo tenéis: http://www.nuestroscortos.com/Cortos/The%20Fallen%20Jedi.avi

P.D.: Ojo a las tomas falsas! Son lo mejor!
P.D. de la P.D.: Ahí os va un pequeño adelanto del próximo post: han destrozado mi puerta a hachazos y mi vecina y su hijo me amenazan de muerte. Atentos al blog porque hoy o mañana vais a descubrir que, en Málaga, siempre te puede pasar algo más salvaje todavía.

sábado, noviembre 19, 2005

Un día es suficiente.



Esta va para mis amigos de Coruña que son la mayor panda de alcohólicos que conozco. Sé que todo lo que voy a poner aquí les va a sonar a cuento chino y, de hecho, aunque todavía no he escrito nada, a mí también me empieza a sonar a mentira.

El alcohol es ese gran amigo que nunca nos abandona, siempre y cuando tengamos algún eurillo en el bolsillo o suficiente cara como para pasarnos la noche pidiendo un "sorbito de tu cubata". El alcohol convierte una noche cualquiera en algo inolvidable, es algo así como aquel slogan de la DGT "así lo ves tú, así lo ven ellos" cuando un tío llegaba al parking de la discoteca más pedo que Alfredo y aparcaba el coche a trompazos con los de alrededor (así lo ven ellos) pero el tío lo veía como que llegaba y se quedaba con todo el mundo por lo bien que aparcaba y la chulería con la que salía del coche (así lo ves tú) cuando en realidad iba haciendo unas eses que parecía la carretera del puerto de Despeñaperros. Pues eso es lo que nos pasa a nosotros, los alcohólicos de fin de semana, en una noche le podemos hacer un esguince a una amiga al tratar de hacerle dar una voltereta, rompernos un tobillo intentando mear en las rocas de la playa de Riazor y dar la lata a la gente de la calle como si fuésemos las personas más ocurrentes del mundo, pero lo que recordamos, cuando recordamos algo, es: "buaaaaaaaa, qué bien lo pasamos! le dimos la vuelta de la muerte a Noelia, jajajá, Eva se rompió un tobillo meando en la playa, jajaja y luego te acuerdas en urgencias? qué risas con el médico, jajajá!".

Bueno, pues para qué negarlo, estas cosas, vistas así son divertidas. Pero he llegado a una conclusión, y aquí es donde está el meollo de este post: un día es suficiente. La semana pasada he hecho algo que no hacía en, por lo menos, unos 5 años; la semana pasada no salí ni el Jueves, ni el Viernes, ni el Sábado! El Jueves no salí porque no siempre salgo el Jueves, el Viernes tampoco salí porque tenía cosillas que hacer en el ordenador y pensé: "salgo mañana", y el Sábado tampoco salí porque quedé con un amigo para ir a escalar a las 9 de la mañana del Domingo. Y cuando llegó el Lunes, tras un fin de semana sin salir de juerga, sin beber nada que superase los 6 grados de una Alhambra 1925 que me tomé el Viernes a la comida, me di cuenta de que no me había pasado nada, no me habían salido canas, ni un rabo de detrás de la nuca, ni había enfermado... es más, tenía el mismo sentido del humor que siempre, había aprovechado el fin de semana y además sentía que me lo había pasado bien! Increíble! Es más! Físicamente me encontré mejor de lo habitual, mejor? No, mejor no, contundente y exageradamente mejor! Brutal! Enérgico como siempre, pero más! Mucho más! Rediossssss!


Todo ello me hizo pensar, pensé en la cantidad de gente que no bebe nunca, en todos los veintiseisañeros como yo que ya han dejado de salir de juerga todas las semanas para convertirlo en algo esporádico. Y llegué a una conclusión: un día es suficiente. A partir de ahora no voy a salir de juerga más de un día a la semana. Sé que mi cuerpo me lo agradecerá; se acabaron las resacas salvajes. Se acabó el ser "Felipe B". Nunca máis!

Pero... estoy pensando yo que hoy es Sábado, ya es de noche y como esta semana, en un arrebato de locura, salí el Jueves en Granada y volví a Málaga de madrugada para estar el Viernes a las 8 y cuarto en el curro, puedo decir que mi cupo de juerga semanal está cubierto. Pero -repito- hoy es Sábado y es de noche. Aguantaré sin más dosis de juerga? Se dará algún plan inesperado que me haga cambiar de idea y que convierta los 3 últimos párrafos en una mentira? Un momento, está sonando el teléfono, os dejo que creo que me llaman para salir...

sábado, noviembre 12, 2005

Tiempo libre, ofertas de trabajo, mi piano... Qué hacer?



Como todos sabéis, el trabajo de profesor no es de los más duros que hay, todos los días tengo que oir frases -que, por cierto sientan muy bien- del estilo de "qué bien vives, cabrón" o "qué vida te pegas, perro", etc. Bueno, sé que algunos compañeros (profesores) que leen esto no estarán opinando lo mismo, pero el caso es que tenemos mucho tiempo libre diariamente, todas las tardes y parte de la mañana para ser exactos. Y ya no hablemos de los puentes, las vacaciones de navidad, las de verano, las huelgas, los viajes de fin de curso, los días de nevada, los de temporal, la semana blanca, etc.

La cuestión es que hace unos días me empecé a plantear qué debería hacer con mi tiempo libre aparte de escribir en el blog y hacer deportes como un perro. Buscaba algo un poco más productivo académica o económicamente hablando. Las opciones fueron varias: acabar la carrera de piano, buscarme otro curro de informático, hacer por libre el año que me falta para acabar la escuela de idiomas, matricularme en Teleco, empezar el doctorado, buscarme un curro de monitor de aeróbic para las tardes e incluso pensé también en realizar alguna tarea social altruísta del estilo de disfrazarme de payaso e ir alguna tarde a una casa de acogida; sí, ya sé que se me va. Bueno, y para que os hagáis una idea de las cosas que llega a pensar un profesor joven con tanto tiempo libre, os contaré que una amiga que está en mi misma situación tiene pensado irse a la calle Larios (algo así como la calle Real en Coruña o la calle Preciados en Madrid) a hacer de "mimo". Lo peor es que me pareció buena idea!

Tras mucho pensar, y por razones que no os cuento para que no os quedéis hasta el moño de tanto leer, descarté todas las opciones menos la de currar de informático y la de acabar el piano. Bueno, todavía no descarto del todo lo de hacer algo altruísta, pero mejor dejémoslo aparcado. Al quedarme con estas opciones lo primero que debería hacer sería actualizar mi curriculum en infojobs.net. Así lo hice y el efecto fue inmediato. A las 2 horas ya me estaban llamando, si es que el que diga que la carrera de Informática no tiene salida merece que le corten los... el moño.

Me llamaron de muchas empresas y cada cual tenía un nombre más raro y más rocambolesco pero la conversación siempre era la misma; me soltaban un rollo infernal sobre lo que tendría que hacer y me preguntaban cuándo me podría incorporar. Yo al principio les contaba un poco mi vida, pero observé que, en cuanto decía que sólo podía trabajar o por las tardes o desde casa, el amable entrevistador/a telefónico perdía el interés. Tras unas cuantas llamadas, a los tres o cuatro días de haber publicado el curriculum, ya me solté. Me solté hasta el punto de que, en cuanto veía un número desconocido en el móvil en lugar de decir "diga" decía "si es para una oferta de trabajo no me cuentes nada sin antes saber que sólo puedo currar por las tardes o desde casa". El resultado siempre era el mismo: "oh, es una lástima, necesitamos a alguien a jornada completa". El tema siguió así durante unas 3 semanas y llegó un momento en el que me harté tanto que ya directamente cogía el teléfono y decía "mira, si es para una oferta de curro llama más tarde que estoy jugando a la Game Boy". Vamos, que desistí, descarté la opción de que alguien me contratase como informático. Al menos, de esta forma.

Y es ahora mismo, momento en el que os cuento esto, cuando decido que este año voy a acabar la carrera de piano. Lo notaréis en el blog porque cuando empiece a estudiar no voy a tener tiempo para escribir estas chorradas ni de, por supuesto, jugar a la Game Boy.

Deseadme suerte que voy directo a la fama! Os quiero, tíooooooooooooooooos!

viernes, noviembre 11, 2005

Os tengo vigilados.


Este post es sólo para deciros que, si os fijáis mínimamente, veréis que ahora tengo un contador de visitas en el blog, está en la barra de la derecha. Así sabré si estáis visitando mi vida habitualmente, y si no lo hacéis... os corto los cojones!

Por cierto, Noe, la expresión "culo veo culo quiero" se puede ver en tu cara ahora mientras lees esto, verdad? Pues ya sabes, si quieres que te ponga un contador en el blog, o que te diga como se hace... son diez mil. Bueno, también puedes preguntarle a César :P

Ah! Y ya sé que la foto no tiene nada que ver con el blog, pero a que mola! Ala! Besos a todos, os quiero tíoooooooooooosSSS!!!!

martes, noviembre 08, 2005

Por fin recuperado.



Ala! Ya está! Ya tengo una cartera nueva, un reproductor de mp3 para el coche, un móvil nuevo, una bici nueva, ya vendí la moto, ya recuperé todas mis tarjetas y ya tengo DNI!

Si es que estas cosas son muy fáciles, la moto la vendí porque era más un problema que una solución. No podía venderla porque tenía el sistema eléctrico más jodido que gollum en San Valentín y tampoco podía arreglarla porque me saldría muy cara la mano de obra. Solución: se la vendo a un mecánico y -como diría Pocholo- a tomar por culo! Además, con lo que me dieron por ella me llegó de sobra para lo que me había gastado en la bici y en el reproductor de mp3 para el coche.

En cuanto al móvil, no tuve problema tampoco porque, con la pasta que me dejé en las últimas facturas, tenía puntos vodafone suficientes como para pillarme cuatro "selulares" como diría alguno de mis alumnos. Sí, sí, es que tengo alumnos de todas nacionalidades, pero eso me lo reservo para uno de los próximos post.

Ah! Y Lo de las tarjetas? Sólo hay que ir al banco y pedir unas nuevas. De lo único que me puedo quejar es de la nostalgia que me entró al entrar en el Caixa Galicia y encontrarme con tanto paisano, que si el cajero era de Marín, que si la responsable de tarjetas era de Ferrol, que si el director era de Santiago... Qué emoción me entró cuando me dijeron "Buenos Días". Que dónde está la gracia del "Buenos Días"? Pues que acaba en "s"! Por aquí, nada acaba en "s"!

Conclusión: no se consuela quien no quiere, o sea, intenta adaptarte a lo que te venga y ya verás como no siempre es tan malo.


P.D.: tenía muchísimos post en "borrador" que desde hace unos minutillos están listos para ser "posteados", pero como no voy a ser tan animal de ponerlos todos de golpe, los voy a ir repartiendo con cuentagotas. Son 5 ó 6 -no me acuerdo- así que ya no tendré que preocuparme de lo desactualizado que está mi blog en, al menos, en una semana. Yuhuuuuuuuu!